sábado, 7 de noviembre de 2009

Jayyam

¿Por qué vendes tu vino, mercader?

¿Qué pueden darte a cambio de tu vino?

¿Dinero...? ¿ Y qué puede darte el dinero?

¿Poder...? ¿Pues no eres dueño del mundo cuando tienes en tus manos una copa?

¿Riqueza...? ¿Hay alguien más rico que tú, que en tu copa tienes oro, rubíes, perlas y sueños?

¿Amor...? ¿No sientes arder la sangre en tus venas cuando la copa besa tus labios?

Pues si todo lo tienes en el vino, dime, mercader, ¿por qué lo vendes?

Si locura no fuese, cual la araña en su nido

cuidarías la tela de tu vida presente:

¿Y a qué, si nadie sabe si el aliento absorbido

puede volver al aire de donde fue bebido?


El ayer ya dispuso del hoy la suerte triste,

y el silencio y el triunfo y el dolor del mañana:

¡Bebe! pues que no sabes cuándo y porqué viniste

e ignoras porqué y dónde predestinado fuiste.

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¿Nuestro tesoro. El vino. ¿Nuestro palacio. La bodega. ¿Nuestros

fieles amigos. La sed y la embriaguez. Ignoramos la inquietud

porque sabemos que nuestras almas, lo mismo que nuestras copas y

trajes mancillados, no tienen que temer ni el polvo ni el agua ni el

fuego.

rubaiyat.omar jayyam

1 comentario:

  1. aprovecho esta actualizacion para comentar.. no se ve el nuevo rincon maravilloso en la foto!

    con su vela a la virgen rumana..

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